Entre el 7 de marzo y el 7 de junio se presenta en el Centro de las
Artes 660 la exposición retrospectiva “Yayoi Kusama: Obsesión Infinita”, de la
renombrada artista visual japonesa que elije Chile para dar fin a la gira
latinoamericana que la llevó a presentarse previamente en Brasil, Argentina y
México.
Por Claudia Benavídez Silva y Nicolás Ortuya Méndez
Fotografía: Nicolás Ortuya Méndez
La exposición de Yayoi Kusama está compuesta por más de 100
obras, entre pinturas, esculturas, vídeos y espectaculares instalaciones que
reflejan la mirada alucinógena de la artista sobre el mundo. La visita es
gratuita, en recorridos que inician cada media hora y tienen una duración de
entre 30 y 45 minutos, aunque una vez dentro, un mundo paralelo hace que se
pierda totalmente la noción del tiempo.
Esta exhibición, que muestra alrededor de 60 años de trabajo
de la artista ícono del pop art y el minimalism, está llena de estímulos que
obligan al público a interactuar con las obras. Imposible quedar indiferente ante
la locura por la que Kusama pasea al espectador (de principio a fin), esa misma
locura con la que vive la artista, repleta de ensoñaciones que ponen en escena su
propio mundo íntimo.
La intensa obsesión
que siente la artista por utilizar ciertos conceptos y figuras como círculos y
patrones, además de la tendencia a representar el cosmos y el infinito, se encuentran en la muestra, en
una amalgama de color, reflejos y luces que hace delirar a cualquiera. Así
sucede en la famosa instalación “Infinity
Mirror Room - Filled with the brilliance of life”, una instancia que
propone una anulación de los límites espaciales y de la autopercepción a través
de ilusiones especulares y lumínicas.
Otras instalaciones que forman parte de esta exposición, son
“I’m here, but nothing” e “Infinity mirror room - Phalli’s field”,
dos momentos que representan la mirada alucinógena que tiene la artista, cubriendo
todo de lunares de colores.
A pesar de su avanzada edad (86 años), la artista se
mantiene completamente vigente. Vive desde 1977 en un hospital psiquiátrico en
Tokio, donde se internó de manera voluntaria y desde donde sigue produciendo incansable obra. La artista, que afirma que su imaginación es
infinita, utiliza la expresión artística para luchar contra sus demonios y
apaciguar las visiones y traumas con los que ha vivido desde pequeña. Según
ella misma afirma, “la creatividad es mi gran esperanza de vivir”.
Esta muestra requiere que el público retire una entrada
previo a la visita. Son 130 entradas diarias y se comienzan a entregar a las
09.30 A.M. Se recomienda retirarlas desde muy temprano, pues la fama de esta
artista ha generado tal expectación que las entradas se acaban
durante las primeras horas.
Esta puesta en escena está muy bien lograda, sin embargo, la cantidad de visitantes impide una conexión la obra. El
tener que ubicarse en filas hace que se rompa la libertad que toda exposición
suele tener, más aún cuando se trata de una exposición que representa estados
de ánimo íntimos, que requieren de una contemplación mucho más prolongada, en un
espacio que debiese ser tranquilo.
A pesar de esto, no deja de ser impresionantemente efectiva
esta “obsesión” que la artista japonesa invita a conocer. De principio a fin es
un “delirium tremens”, un sueño, una
ilusión que anula, que proyecta al infinito y que intermitentemente nos trae de
vuelta a la realidad en medio de colores y espacios vivos, características que
logran que, en cualquier momento, nos sintamos perdidos bajo el efecto Kusama.
Una muestra no sólo cien por ciento recomendable, sino además, necesaria en
todo sentido.
Visita esta exposición hasta el 7 de junio, de lunes a
domingo desde las 10.00 a las 16.30 horas, previo retiro del ticket en la
boletería del Centro de las Artes, ubicado en Rosario Norte 660, comuna de Las
Condes. También se puede optar por la visita guiada, desde las 18.00 a las
19.30 horas, en un recorrido sin filas que tiene un valor de $5000 y $3000 para estudiantes y tercera edad.
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