Francesca siempre pareció obsesionada con los ángeles, los fantasmas, todo lo etéreo, ya fuera de luz u oscuridad. Ella misma se identificó como un ángel en varias de sus fotografías, y quizás por ello decidió saltar desde la ventana del departamento de sus padres en 1981: pensó que podría volar.
Durante una década, Francesca Woodman realizó una obra compuesta por más de 800 fotografías y 10 mil negativos que siguen siendo, en gran parte, un misterio.
Por Bárbara Muñoz
Fotografías: Francesca Woodman, propiedad de George y Betty Woodman
Self-portrait at thirteen (1972), Francesca Woodman. Fotografía de Francesca a los 13 años, tomada en su hogar en Boulder, Colorado.
Francesca Woodman nació el 3 de abril de 1958 en Boulder, Colorado, Estados Unidos. En ese mismo pueblo creció muy ligada al campo, a los caballos y al arte. Sus padres son reconocidos artistas: George Woodman, su padre, es un pintor y fotógrafo, y su madre es Betty Woodman, una escultora. De pequeña, Francesca pasó un año viviendo en Antella, una pequeña aldea italiana donde su familia tenía una casa, y durante su juventud pasó allá varios veranos.
Aunque provenía de una familia fuertemente ligada a las artes visuales, Francesca descubrió su pasión por la fotografía al ingresar a estudiar a la escuela secundaria Abbot Academy en 1972, cuando tenía 13 años, y su padre le regaló su primera cámara. Desde ese momento comenzó a desarrollar su distintiva técnica fotográfica y tomó su primer autorretrato publicado, en el que se puede ver a la niña negándole la mirada a la cámara que dirige a través de un cable disparador.
On being an angel #1 (1977), Francesca Woodman. Fotografía tomada en Rhone Island antes de partir a Roma.
Tras terminar la secundaria, Francesca comenzó a asistir a la Escuela de Diseño Rhone Island en 1975, una escuela privada de artes en el estado de Nueva Inglaterra. A mediados de 1977 partió a Roma para participar en un programa especial de honores de su escuela, donde se mantuvo hasta 1978 y se hizo amiga de intelectuales y artistas italianos. A finales de ese año volvió a Nueva Inglaterra para graduarse.
Sin título (1977-1978), Francesca Woodman. Fotografía de la serie Angel, capturada en Roma, Italia.
A principios de 1979 decidió mudarse a la ciudad imperio: Nueva York, con el fin de hacerse una carrera en el mundo de la fotografía. A pesar de que le mandó su portafolio a muchos fotógrafos de moda por bastante tiempo con la esperanza de que apreciaran su trabajo, no obtuvo ninguna respuesta positiva. Este fracaso, además de una relación amorosa fallida, provocaron que Francesca desarrollara una profunda depresión que la llevó a intentar quitarse la vida a finales de 1980. Tras su intento de suicidio, fue forzada a someterse a un tratamiento psiquiátrico y a irse a vivir con sus padres en el Lower East Side de Manhattan.
Sin título (1979-1980), Francesca Woodman.
Bajo supervisión médica y manteniéndose estable a base de medicación psiquiátrica, Francesca publicó su única obra poco antes de que terminara 1980: Some Disordered Interior Geometries (en español: Algunas geometrías interiores desordenadas), un pequeño libro con algunas de sus fotografías. Sin embargo, su bicicleta fue robada, su postulación a una publicación importante fue rechazada y el 19 de enero de 1981 se lanzó desde una ventana, terminando con su propia vida. Tenía 22 años.
Sin título (1980), Francesca Woodman. Última fotografía publicada antes de su muerte, tomada en Nueva York.
Dejó sus sentimientos por escrito antes de suicidarse, escribiendo lo siguiente: "Mi vida en este punto es como un sedimento muy viejo en una taza de café y preferiría morir joven dejando varias realizaciones, en vez de ir borrando atropelladamente todas esas cosas delicadas...". Nadie reconoció a la joven, cuyo rostro quedó irreconocible en una calle de Nueva York. Su cuerpo pasó un par de días en la morgue hasta que su ropa fue reconocida.
Sin título (1979-1980), Francesca Woodman
A pesar de la corta vida de Francesca, produjo al menos 10 mil negativos, de los cuales salieron alrededor de 800 fotografías. De ellas, 120 han sido publicadas o exhibidas. El resto de su obra se mantiene al cuidado de sus padres, quienes la guardan con recelo y han cedido a publicar y exhibir una parte ínfima de su trabajo. Todo el resto... queda a ser descubierto.
Space (1975-1976), Francesca Woodman. Esta fotografía forma parte de la serie Space, en la que muestra su propio cuerpo en una especie de exhibidor, como una vitrina de un museo.
El estilo fotográfico de Francesca no es fácil de ignorar. Su imaginario está lleno de mujeres desnudas, vulnerables, oscuras, como fantasmas abandonados en un departamento en ruinas. El centro de sus fotografías suele ser este cuerpo femenino, a menudo el propio, difuminado, abstracto y borroso. Muy pocas fotografías de Francesca están hechas en exteriores. Parecen denotar un encierro, una prisión del cuerpo en un espacio decadente y sucio.
Resulta triste admirar la obra de Woodman y contrastarla con su biografía, conociendo su desenlace. Sus fotografías, que en gran parte son autorretratos, muestran a mujeres que parecen camino a desaparecer: ella desapareciendo. Considerando que el autorretrato es una forma que tiene el artista de representar su propia identidad, se puede llegar a sentir que Francesca pertenecía más a otro mundo que a este, y que su suicidio era un final que venía prediciéndose desde su temprana y constante desaparición.
Sin título (1977-1978), Francesca Woodman. Fotografía perteneciente a la serie Eel, capturada en Roma, Italia.
Gran parte de la influencia que tiene Woodman en su trabajo más tardío proviene de su estadía en Roma entre 1977 y 1978, donde conoció el trabajo del simbolista Max Klinger, que influyó fuertemente en la serie Eel capturada en Roma. En este trabajo, Woodman se aleja del autorretrato aunque ella misma es la modelo de sus fotografías, representando la feminidad de otras maneras, contrastando el estar en control (tiene la serpiente en una fuente) y el estar indefensa (la serpiente puede liberarse al lado de su cuerpo desnudo).
La mayoría de sus fotografías fueron tomadas por cámaras de formato medio y negativos cuadrados de 5,7 x 5,7 centímetros, casi todas en blanco y negro. La cámara que más usó fue la que le regaló su padre a los 13 años, una Yashica réflex con doble lente, la que combinó con distintos tipos de película para experimentar. Para lograr sus fotografías con espectros fantasmales solía usar exposiciones largas junto a movimiento.
Sin título (1979-1980), Francesca Woodman.
Lamentablemente, Francesca no fue reconocida hasta después de su muerte. En 1986 se expuso su obra por primera vez en el Wellesley College de Massachusetts, a cinco años de su suicidio, y desde ahí que ha ganado un creciente reconocimiento y ha sido objeto de estudio crítico.
Entre sus exposiciones individuales más significativas está Francesca Woodman en la Fundación Cartier por el Museo de Arte Contemporáneo de París (1998), Francesca Woodman en el Museo de Arte Moderno, San Francisco (2011-2012) y Francesca Woodman: Photographs en el Museo de Arte Herbert F. Johnson de la Universidad Cornell, Nueva York (2013), entre muchas otras más alrededor del mundo.
Sin título (1979-1980), Francesca Woodman.
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