domingo, 26 de julio de 2015

Una panorámica al autorretrato

La técnica del autorretrato fue inaugurada hace casi dos siglos con una fotografía de diez minutos, hoy, con píxeles y selfies es una de las más usadas. A continuación, una panorámica por la historia del autorretrato y sus exponentes. 
Por Macarena Núñez F.

Fue en 1839 que el fotógrafo estadounidense Robert Corneluis publicó, por vez primera, un autorretrato. Obtuvo esta histórica imagen estando alrededor de diez minutos frente al daguerrotipo. Aparece con los brazos cruzados y la mirada fija hacia un costado, sin saber quizás que un siglo más tarde esta técnica fotográfica sería usada masivamente por fotógrafos profesionales y aficionados. Un año más tarde, Hippolyte Bayard posaría para su “Autorretrato como ahogado”, inaugurando un “género” específico de la fotografía.

   Ilustración 1 Foto Robert Cornelius

El autorretrato es, en sencillas palabras, la proyección del mismo fotógrafo en su captura de imagen. Es un desdoblamiento para presentarse ante el observador y también para representar una versión íntima de la realidad y el mundo. Los fotógrafos regularmente acuden a esta técnica, pues toda fotografía implica un viaje o un testimonio que, necesariamente, amerita develar al que agencia este periplo. El autorretrato fotográfico, en primera instancia, fue un fenómeno moderno. Su objetivo era mimético, pues pretendía traspasar con el mayor realismo posible la fisonomía del fotógrafo y con ello, aportar un correlato realista. Ya en plena contemporaneidad, su función no es solamente especular y narrativa, sino que adquiere un carácter más psicológico y abstracto, al proyectar una imagen trocada del fotógrafo, un autorretrato performático con un discurso más complejo y elaborado.

           Ilustración 2: Le Noyé (El ahogado), Hippolyte Bayard

Los fotógrafos y el autorretrato

Existen muchas formas de abordar el autorretrato. El británico Martin Parr, trabaja esta técnica desde el humor. No centra su atención solamente en su presencia, sino que además monta un espacio a modo de souvenir e ironiza con la idea de la propia imagen en el lugar deseado, en la fanfarronería del turista bajo el amparo de una decoración kitsch. Su posición original sobre el autorretrato lo hace destacar, al ampararse en un análisis sociológico del comportamiento de los grupos humanos en los clichés de la autoimagen.

                                                            Ilustración 3 Fotografía Martin Parr

Otro caso notable es el de Joan Fontcuberta, quien mezcla el autorretrato con el fotomontaje, y aborda el concepto de la manipulación de la realidad a través la imagen. Haciendo un trabajo similar al de Parr, se sitúa en espacios modificados para dar versiones evidentemente falsas.

 Ilustración 4 Sputnik, Joan Fontcuberta

En la vereda contraria, se sitúan otros fotógrafos como David Nebreda, quien concibe el autorretrato como una proyección que tiene características de verosimilitud, de plasticidad y de tiempo casi paralelas a un esquema mental convencional. Nebreda es un artista español de 63 años reconocido por las características de sus autorretratos, donde brillan aspectos como la enfermedad y la autodestrucción. Rodeado de múltiples mitos sobre cómo vive y cómo lleva a cabo su obra, lo único que es posible de afirmar es que Nebreda fue diagnosticado con esquizofrenia irreversible en los primeros años de su estudio en la Facultad de Bellas Artes de Madrid, lo que, según algunos, explicaría el carácter escatológico y autoflagelante de sus fotografías.

 Ilustración 5 David Nebreda

En el caso de Vivian Maier, niñera y fotógrafa de Chicago, el autorretrato transmite una monotonía y un espacio íntimo, una soledad que proyecta la cara de la fotógrafa que pareciera repetirse en todos los entornos donde se retrata.

                                                      Ilustración 6 Autorretrato, Vivian Maier

Hay otros fotógrafos que se han acercado al autorretrato desde otras disciplinas, como la pintura y las artes visuales. El caso de Man Ray, pintor y fotógrafo, que desde el dadaísmo propone una lectura del autorretrato como una mirada posterior e inmediata desde el exterior hacia el fotógrafo, y no como en la pintura, donde el pintor se mira a sí mismo y se reproduce lentamente en un proceso más embarazoso y autocentrado.

                                                                   Ilustración 7 Man Ray

Nan Goldin es otra fotógrafa que ha trabajado el autorretrato, pero otorgándole una carga política y crítica. Proveniente de la comunidad homosexual de Boston y desde el underground, expuso sus relaciones tormentosas y violentas con sus amantes provenientes de la escena postpunk. La sinceridad de sus capturas otorga un carácter documental y autobiográfico a su obra.

                                                      Ilustración 8 Autorretrato, Nan Goldin 

Finalmente, vale la pena mencionar el trabajo de Lee Friedlander. Su obra situada en el "Street Photography" consiste en varios autorretratos en los espacios urbanos. Emplea la proyección de sombras y siluetas en escaparates, en escenas de calles que relatan el transcurso de su paso y develan la delicada técnica de este fotógrafo.

                                                             Ilustración 9 Lee Friedlander
La selfie y la masificación del autorretrato como souvenir


La "selfie" es un fenómeno reciente y muy masivo. Consiste en un autorretrato o autofoto, donde se nota la postura de los brazos afirmando la cámara y otorga realismo y veracidad, además de comprobar la autoría del mismo autorretratista. Esta práctica está muy relacionada con las redes sociales, ya que su objetivo es su alta sociabilización y la comprobación de una experiencia a manera de souvenir. Autofotos con famosos o en lugares conocidos, son algunas de las más comunes.

                        Ilustración 10 Selfie Tomada en el espacio exterior por el astronauta Aki Hoshide

Sin embargo, aunque todos consideren a la selfie como un tipo de autorretrato, hay voces contrarias a esta postura. Alberto García-Alix, fotógrafo español que ha trabajado de manera prolífica los autorretratos, asegura que la selfie no tiene relación con un verdadero autorretrato sino que consiste en un simple ejercicio con un móvil. Según el controvertido fotógrafo, el autorretrato requiere de mayor preparación y oficio, de preparación de la autoimagen, el ego y el entorno.

                                                      Ilustración 11 Foto Alberto García-Alix

0 comentarios:

Publicar un comentario